viernes, 14 de septiembre de 2012

MIRANDO AL SUR



A Paco
Cierro los ojos, aprieto fuerte pero no consigo recordar los olores de mi niñez. Intento evocar el olor a pimientos, ajos, el penetrante olor a tomillo que se metía por todos los rincones de la casa y ese aroma a vinagre que te abría los orificios de la nariz durante varios días y te escocían hasta las ideas. Lo intento pero no puedo recordar ese aliño que hacían en casa cada año, como también olvidé el olor a aceite de las aceitunas recién machacadas por mi abuela. Mi abuela aquella vieja mujer siempre liada en su negra toca de lana arrimada a esos fogones con ollas repletas de comida emanando distintos efluvios enigmáticos que como una vieja alquimista conseguía alcanzar con aquellos burbujeantes pucheros.
Lo que sí me vienen levemente son las damas de noche y los jazmines abiertos en esas madrugadas sentados todos al fresco de la calle. Don Miguel sacaba la radio de galena y allí escuchábamos cada noche el parte para saber lo que pasaba fuera de aquel pueblo del sur. Nunca hubo grandes lujos en aquella localidad, todos eran trabajadoras abejas en sus colmenas.
Aquel era un pueblo de gente que ya no volverá. Pocos habitantes quedan ya en aquella rural geografía. Ninguno nos fuimos del todo, seguimos sintiendo que algo nuestro quedó allí. Cada vez que podemos volvemos a la niñez mirando al sur como yo hago ahora sintiendo en mi mano el tacto tierno y frágil de la flor de jazmín de aquellas noches de verano sentados al sereno.
Durante el día nosotros los más pequeños estábamos correteando por ese patio donde seguro que aun hoy aun pasea la sombra de mi madre. Mi vieja cuidaba de todas las flores, macetas de rosas, geranios, gitanillas, nosotros corríamos en el solano del jardín detrás de los zapateros.
Intento recrear el olor de aquellas cosas sencillas, pero ya hace muchos años, y aunque sigo teniendo el corazón mirando al sur, el sur ya no es el sur y de todo aquello ya nada es mío y la distancia sí es real.


*Incluído en el libro "Mirando al Sur"
(c) Sebastián García Hidalgo




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